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lunes, 8 de febrero de 2016

Budismo (I)

Buda y el primer budismo

    En esta entrada os hablaremos un poco sobre la vida de Buda y los orígenes del budismo. Primero hemos de decir que, como ya supondréis, el budismo no nace de la nada, sino que viene a adaptar la religión védica, de la que os hemos hablado aquí, a unas nuevas necesidades y circunstancias políticas y sociales nuevas. Sin embargo tenemos de entrada ya un problema, la existencia de dos cronologías diferentes para datar el momento en el que vivió Buda y, por lo tanto, el nacimiento del budismo. Por una lado tenemos la llamada Conología Cingalesa Corregida, que nos data el nacimiento y muerte de Buda entre los años 560-480 a. C., por el otro la Cronología India, que da un salto de ciento diez años, enmarcando la vida de Buda entre los años 450-370 a. C. ¿Con cuál nos quedamos? Pues seguramente ninguna sea cierta, los números tan redondos no son muy de fiar, pero nos inclinamos hacia la Cingalesa que parece que puede acercarse un poco más a la realidad.



Situación social antes de la aparición del budismo


    Más allá de fechas concretas, es en esta época en la que la sociedad hindú experimenta una serie de cambios que ponen en cuestión la articulación religiosa. En primer lugar se empieza a conformar un estado político más similar a lo que ahora entendemos como tal, con la aparición de la moneda, una política comercial estatal. Esto incide en la aparición de nuevos grupos sociales, como los funcionarios, que no pertenecen a ninguna de las clases sociales tradicionales, recordemos:

    -Brahmanes (sacerdotes)
    -Ksatriyas (guerreros)
    -Vaysias (comerciantes)
    -Sudra (campesinos, sirvientes y artesanos)


    Esta puesta en cuestión de las tradiciones védicas con motivo de la aparición del mundo urbano, hizo que sectores pertenecientes al mundo religioso se mostrasen hostiles hacia esta nueva realidad, llegando a tomar medidas como la prohibición de recitar vedas en las ciudades. Del mismo modo aparece el conocido como el movimiento de los renunciantes. Estos son ascetas que renuncian, de ahí el nombre que se les da, a las costumbres clásicas de los sacerdotes hindúes, pasando a vivir de limosnas y comiendo lo que se encuentran: frutas, raíces, etc. Se tiende a datar este movimiento en torno al año 600 a. C. y uno de los pilares básicos que ponen en cuestión es la práctica de sacrificios propia del culto védico. Rechazan esto y abogan por el sacrificio interior, sometiendo el propio cuerpo a penalidades que se afrontan con la ayuda del yoga y la meditación.

Nacimiento y vida lejos del mundo

    Pues en este cacao social es en el que nace Buda. ¿Le he vuelto a llamar Buda? Bueno, pues no debería, porque este es el nombre que recibe cuando alcanza la “iluminación”, en el momento de su nacimiento y según las fuentes recibe el nombre de Siddharta Gautama. En el mito de su concepción y nacimiento se habla de visiones de elefantes, árboles que ejercen de comadronas y recién nacido andarín así como de que los dioses védicos vienen a presentar sus respetos al niño príncipe. Sin embargo, según las fuentes históricas se nos presenta a Siddharta Gautama como el hijo de unos pequeños gobernantes de una zona a los pies del Himalaya, en el actual Nepal, perteneciente a una tribu conocida como Sakya. Se tiende a encuadrar a su familia dentro de la clase social de los Ksatriyas, guerreros, pero esto no es del todo fiable ya que esta zona no está completamente hinduizada y no se puede asegurar que se rigiesen por el sistema de clases que hemos mencionado.

    En cuanto a sus primeros años, se nos habla de un Siddharta apartado del mundo, que vive recluido en el palacio familiar con todo tipo de comodidades. A los 16 años contrae matrimonio y tiene un hijo llamado Rajula, os pongo el nombre porque me parece gracioso, tampoco tiene más relevancia. Con posterioridad a esto decide que tiene que conocer el mundo, salir de su zona de confort, por así decirlo, y se escapa de palacio. Las consecuencias son traumáticas para él pues descubre la muerte, la enfermedad, la pobreza y el dolor. Su burbuja explota y se ve superado por el peso del mundo (que bonito me ha quedado esto).


El camino hacia la iluminación


    Por ello decide abandonar a su familia y todo lo que represente su vida anterior, se rapa la cabeza y adopta como vestimenta la túnica color azafrán que todos conocemos. Este origen es muy similar a otros movimientos renunciantes como el Jainismo, el budismo no deja de ser uno más al menos al principio. Siddharte empieza a preguntarse el porqué de tanto sufrimiento y de la muerte e intentando hallar una respuesta se pone bajo la tutela de varios maestros espirituales, aprendiendo técnicas de meditación y yoga. Pese a que descubriendo nuevas cosas se siente insatisfecho y decide probar las técnicas de automortificación de los movimientos renunciantes, pero no ve nada positivo en ello y deshecha esta vía. Entonces se acuerda que fue meditando como consiguió llegar a un estado de calma, conocido como “1º Dhyana”.

    Es en el momento en el que encuentra el que será su camino cuando aparece en escena el dios/demonio hindú Marah, que intenta que Siddharta se aparte de este camino y regrese a su vida o se decante por el sacerdocio habitual, tentándolo con placeres sexuales, riquezas o incluso amenazándolo con hacer daño a su mujer y su hijo. Siddharta resiste todas estas tentaciones y al dios no le queda otra que marcharse derrotado. Es entonces cuando se sienta debajo de una pippala, una higuera, que a partir de este momento es un símbolo de liberación para el mundo budista. Debajo de este árbol inicia su proceso de meditación, avanzando por el camino del Dyhana hasta llegar al 4ºDyhana.

He de confesar que me encantan estos budas tan felices.

    Es en este momento en el que empieza el proceso de la iluminación de Buda, cuando llega a un estado en el que no hay ni placer ni dolor pero sí se encuentra en un estado de atención pura. Es entonces cuando empieza a recordar su anterior vida y poco a poco va descubriendo el ciclo completo de renacimiento y muerte de todos los seres. Tras esto consigue aprender las llamadas Cuatro Santas Verdades, tras lo cual su mente se libera del deseo, de la impureza de la existencia y de la ignorancia. Por último consigue la liberación total, superando los renacimientos y convirtiéndose en Buda, que quiere decir “el iluminado” o “el que fue despertado”.


    Como podéis ver, el relato de la vida e iluminación de Buda nos recuerda al Jesús cristiano. Más aún si ahondamos en el mito de la concepción del creador del budismo, en el que un elefante blanco informa a su madre de que el hijo que va a tener no será un niño más. Elefante blanco, paloma blanca, anuncio de un nacimiento... Además ambos permanecen anónimos con respecto al mundo hasta una edad avanzada, en el caso de Buda hasta eso de los diecisiete o dieciocho años, y Jesús hasta los treinta. Las tentaciones de sus respectivos demonios, la meditación durante días, la posterior predicación de su mensaje son otros detalles en común. Incluso hay teorías que hablan de un Jesús viviendo en la India tras su crucifixión y que allí fue tomado por una reencarnación de Buda, pero bueno, esto ya es para cogerlo con pinzas. En cuanto a las similitudes están ahí, y no es nada nuevo. Otra cosa son las creencias de cada uno. 

Los inicios del budismo


    Cuatro semanas más permanece Buda debajo de la higuera meditando sobre si era posible transmitir y enseñar todo el conocimiento que acababa de alcanzar o si, de hacerlo, esto sería útil. La sabiduría que Buda alcanzó de conoce como Dharma, que quiere decir orden social o ley natural, es decir, Buda llegó a conocer el funcionamiento y el sentido de la naturaleza, de todo lo que le rodeaba. Ante las dudas sobre si debería dar a conocer toda esta sabiduría, según el mito, los dioses védicos se inquietan y Brahma, el dios creador, se presenta ante él y lo convence para que inicie su predicación.

    Buda decide trasladarse a Benarés, a las orillas del Ganges, y empezar allí su predicación en el llamado “Jardín de la cierva”. Su primer sermón es conocido como “Sermón de la puesta en marcha de la rueda del Dharma”. En los cincuenta años más de vida que se le suponen a Buda, sigue con su predicación y forma un grupo de discípulos, la Sangha, que serán los primeros monjes budistas, que reciben una serie de normas e instrucciones desde cómo han de vestir hasta las penas que deben aplicar a aquellos que contravengan las enseñanzas de Buda. Estas primeras enseñanzas dieron origen a una de las secciones que componen el canon budista, la Vinaya. A la muerte de Buda se reúnen los monjes con el objetivo de establecer un canon de los sermones de Buda y la regla monástica. Este fue el primero de una serie de concilios, cuyas discrepancias darán origen a las dos grandes ramas del budismo:

    -Mahasanghika: que significa “Sangha mayoritaria”.
    -Stharviravada: que significa “Escuela de enseñanza de los antiguos”.

    Posteriormente estas dos grandes ramas se dividen en diferentes escuelas budistas.


Apuntes finales


    Es principal empuje del budismo lo consigue con el reinado de Ashoka, 274-236 a. C., que lo utiliza como vehículo de unificación del territorio ya que, como veis, el budismo es más una corriente de pensamiento o una orden monástica que una religión como tal, ya que los dioses son los mismos que los del panteón hindú. Ante las diferentes interpretaciones religiosas del territorio, Ashoka decide impulsar el budismo al considerarlo fácil de asumir por parte de toda la población, sobre todo por los habitantes de las ciudades que habían sido abandonados por los sacerdotes tradicionales del hinduismo.

Representación de Ashoka como iluminado.

    Como veis quedan muchas dudas por resolver, ¿qué es eso del ciclo de renacimiento y muerte? ¿Cuáles son las Cuatro Santas Verdades? Pues bien, como no os queremos aburrir y ya os hemos soltado un buen discurso, os pedimos que no nos quitéis el ojo de encima y vuestras dudas quedarán resueltas en las próximas entradas. Y recordad que para cualquier cosa podéis utilizar los comentarios o escribirnos a nuestra cuenta Twitter.

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