El
paso del Arte primitivo a la explosión del
Arte clásico
Como
hemos visto en la maravillosa entrada anterior, antes de la Grecia que
todos conocemos, se da un periodo de
tránsito donde todo lo que nos es más conocido o representativo de la cultura
griega se está formando. Pues bien, lo que ocurre en el Arte es que refleja
todos esos cambios que se van a dar en la sociedad después de la llamada Edad
Oscura. Los restos arqueológicos que nos han quedado pasan de las culturas
minoicas y micénicas, de las que hablaremos en otra ocasión, a un estilo
geométrico que parece emerger de los albores de la Humanidad. Una larga era de
invasiones, emigraciones y conflictos produjeron una época de esplendor y es
que, después del tempestad siempre llega la calma.
Estilo
geométrico
Este
primero periodo del arte griego se va a dar entre el 1000 y el 700 a.C. Como
podéis ver son fechas bastantes ajustadas en cuanto al tema de Historia, pues
os habíamos dicho que la Época Oscura llegaría hasta el 800 a. C, pero aquí los
periodos históricos y artísticos se separan un poco. Y por esa misma razón
vamos a dar una pequeña pincelada sobre este estilo y nos vamos a centrar más
en el final del mismo para que podáis entender el paso hacia el siguiente
punto.
Aunque
antes del 1000 a. C se encuentran ejemplos de una rica decoración tanto en la cerámica
como en la arquitectura, vamos a perderla para volver a formas completamente
geométricas donde parece haber una disputa entre la línea recta y la curva,
estilo que se difunde rápidamente por todo el Ática. A todos estos ejemplos en
cerámica (que es donde vamos a encontrar este estilo) se les llama vasos del
Dípylon por haberse encontrado en un cementerio de Atenas del mismo nombre y
mostrar el estilo en la plenitud de su desarrollo. Vamos a encontrar que se
difundirá muy rápidamente durante el s. IX. Podemos diferenciar entre los más
antiguos y algunos más modernos porque los primeros son de estilo negro. El
estilo negro quiere decir que la mayor parte del vaso está recubierta por un
barniz negruzco y su poca decoración hecha con regla y compás, y que aparece sólo
en una franja horizontal. Estos motivos incluyen muchos a los que estamos
acostumbrados y que reconocemos a primera vista como grecas, meandros, rombos,
cruces gamadas, ajedrezados, rosetas, etc. La figura del hombre geométrico es
muy simple y esquemática, pareciéndonos más bien una cerilla. Uno de los temas
más habituales son las ceremonias fúnebres, como es el caso de esta Gran ánfora del
Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
En
la fase más cercana al 700 a.C. las figuras humanas dejarán de ser tan
geométricas e hincharán el pecho, se representan los ojos y el pelo, sobre todo
el femenino. También vamos a encontrar pequeñas figuras de terracota, bronces
y marfiles. De los escultores salen figuras humanas muy parecidas a los de los vasos, con un cuerpo largo, un torso triangular y una apostura rígida. Como
ejemplo os pongo una diosa de marfil encontrada en Atenas del s. VIII a. C, que
lleva en la cabeza un polos o birrete decorado con una cenefa de meandros, que
así veis lo que son.
Estatuilla femenina de marfil conocida como la "Diosa del Dípylon". Museo Arqueológico Nacional de Atenas |
Podría
decirse que este arte geométrico sería el sucesor en el tiempo del arte minoico.
Seguramente os resulte bastante aburrido e incluso sin gracia. Pero pensad en
lo trabajoso de estas composiciones y en todos los cálculos geométricos previos
que dan lugar a este tipo de composiciones perfectamente alineadas y sin error.
Estamos a las puertas de esa mentalidad griega tan cuadriculada e investigadora
que dio lugar a los más célebres científicos, filósofos, escritores, pensadores
y políticos de la Historia.
El
arte griego orientalizante (s. VII y comienzos del VI a. C)
Los
que seáis seguidores del blog seguramente esta expresión os resultará familiar.
Empleamos la palabra “orientalizante” para referirnos a ese arte tartésico que
tenía una clara influencia oriental reflejada en los hallazgos arqueológicos.
Pues aquí va a pasar lo mismo. Los comerciantes fenicios son los reyes del Mediterráneo
en estos momentos y el propio Homero (existiera o no) los define como
excelentes marinos. Como también pudimos ver, el arte fenicio es un arte que
mezcla elementos egipcios, sirios y asirios. Y es precisamente en los objetos
que se comercian en estos momentos donde vamos a encontrar representados a los
héroes homéricos que se mezclan con otras descripciones fenicias, griegas o
puramente fantásticas. Uno de estos ejemplos es el Escudo de Aquiles obra de
“Hephaistos" donde vemos escenas yuxtapuestas pero sin relación entre ellas,
como solían hacer los fenicios: un mapa astronómico, dos ciudades donde se celebran
bodas y un debate judicial, varias escenas agrícolas, un coro de bailarines y
una presentación del océano.
Pero
es también ahora cuando van a aparecer seres míticos como el grifo, la esfinge, la Gorgona, la sirena, etc., que se representan en cuencos o cerámicas
variadas. Junto a estos animales leones asirios, cabras persas, panteras, loto,
papiro, etc.
Cuenco fenicio. Museo Nacional Etrusco de Villa Guilia, Roma |
Fuera
de Atenas es llamativa la cerámica de Corinto a mediados del s. VIII a. C, que
se convierte en la más importante de todas las fábricas y se extiende por todo
el mundo griego. Estos pintores se dedicaban al dibujo de siluetas y de
contornos añadiendo pequeñas zonas de rojo y blanco, dando lugar a la cerámica
de figuras negras. Estas figuras ya se hacen a mano alzada.
Pixys de estilo corintio medio. Museo británico, Londres. |
Y
hacia la mitad del s. VII a. C es cuando los pintores se revelan y dejan las
piezas de arte minúsculas para dejar paso a obras de mayor tamaño. Uno de los ejemplos
más bellos es el Vaso Chigi donde se da el encuentro de dos ejércitos de
hoplitas y cinco campeones, todo en orden, marchando al sonido de una flauta
tocada por una de las figuras. Después de esto, Atenas será la que se haga con
el control de toda la cerámica, porque era la capital y lo petaba más. Aunque
los esfuerzos por superar a Atenas se traducirán es obras magníficas como la
Crátera de Berlín. De Berlín porque se encuentra allí, que ya sabemos cómo son
estos expoliadores, no les basta con robar que también les tienen que poner su
nombre a las cosas.
Desarrollo de una crátera corintia con la despedida de Anfiarao. Antikensammlung, Berlín |
El periodo arcaico (del s. VI a principios del s. V)
Arquitectura
Si
hay algo que diferencia a la polis
griega de las ciudades prehelenísticas, es la aparición del templo como el alma
de la ciudad, constituyendo una unidad cerrada en sí misma que alberga la
estatua de un dios y actúa como su casa y donde los fieles jamás se reúnen en
asamblea. Todos los sacrificios y el ceremonial religioso de cada dios se
celebrará fuera del templo para que a la deidad le lleguen los humos de la
muerte. Pero además va a ser el espacio donde se santifiquen las leyes y los
tratados, se escuchen a los oráculos, donde se alberguen las estatuas de los
vencedores olímpicos y donde se desarrollen certámenes de lírica coral, música
y el drama. Las necrópolis se situarán fuera de la ciudad, bastante lejos de
los santuarios, donde surgirán otros templos destinados al culto de los héroes
y dioses de ultratumba. Al principio se construyeron de adobe y madera, aunque
poco a poco esos materiales se irán sustituyendo por la piedra y el mármol. Dórico
(dórico), Jónico (jónico), Corintio (corintio, corintio, corintio) son los tres
órdenes griegos que se distinguen por la composición de las columnas. El
orden dórico y jónicos aparecen
coetáneamente en épocas tempranas, mientras que el orden corintio es un
derivado mucho más tardío en el tiempo.
Estilo dórico |
Estilo jónico |
Estilo corintio |
Antes
de que los templos alcanzaran las formas canónicas de la Grecia clásica, la
arquitectura atravesó un largo periodo de ensayo del que no tenemos ejemplos en
pie por, como ya hemos dicho antes, la poca calidad de sus materiales de
construcción. Gracias a modelos de barro en forma de maquetas, podemos ver cómo
era un templo griego, en su forma original. Hay teorías que hablan de una la
continuidad de la tradición de cabañas rectangulares y con porche que se
extendía por toda Centroeuropa y que habría llegado hasta la Península helénica
gracias a los invasores norteños.
Maqueta en terracota del primitivo Heraion de Argos. Museo Arqueológico Nacional de Atenas |
A partir del 600 a. C, veremos a aparición del orden jónico como en los templos de Hera en Olimpia y el de Apolo en Thermon. El primero aún tenía las paredes de adobe, aunque por los restos arqueológico se sabe que las columnas, en origen, fueron troncos de árboles, aunque también Praxíteles nos lo ha hecho llegar a uno de sus escritos. Ya que he nombrado a Praxíteles decir que, gracias al derrumbamientos de las pareces de este templo conservamos su Hermes, obra de gran calidad. En el Templo apolíneo ocurre lo mismo, pues se han encontrado tejas de terracota (barro) y a partir del s. VI se irá sustituyendo por elementos de piedra sin abandonar los elementos de la arquitectura. Evidentemente, todos estos templos se componen de un sinfín de elementos que se van modificando y añadiendo y que conforman el verdadero templo griego, pero para ello necesitaría explicaros uno por uno qué son esos elementos son su nombre y yo lo que quiero es que terminéis de leer la entrada y no os durmáis entre medias. Así que, que sepáis que esto tiene mucha más chicha, pero iremos desgranándola en siguientes ediciones.
Templo de Hera en Paestum |
Por
otro lado, el templo jónico arcaico del que más restos se conservan, es el pequeño
Tesoro de los Sifnios en Delfos (530- 520 a. C), uno de los cuatro tesoros
consagrados en el recinto de Apolo. En él ya se utilizan cariátides (columnas
en forma de mujer) y una basa (base) jónica.
Reconstrucción del templo original |
Reconstrucción de la parte frontal en el Museo de Delfos |
Lo que en realidad queda |
Por
último, otro de los elementos importantes que aparece en este momento será el
famoso frontón griego, siendo el Templo de Corfú (600 a. C) el más antiguo que
hoy por hoy se puede contemplar. Su figura central es una impresionante Gorgona
que lleva en brazos a Pegaso y Crisaor; a su lado dos leones acostados. A los
lados, en los triángulos que forma en propio frontón aparecen una diosa sentada
frente a un guerrero y la pelea de Zeus con un gigante. Como le debió sobrar
espacio al artista y no sabía cómo rellenarlo, añade una figura sin relación
con todo lo demás. Todavía no tenían muy controlado este tema. Para evitar
estas cosas, muchas artistas posteriores colocarán bestias en los vértices
porque se adaptaban mejor al espacio.
Escultura
En
cuanto a la escultura, los griegos admiraban lo que se estaba haciendo el
Oriente, y copiarán el concepto de una ya larguísima tradición de pueblos como
el egipcio y el mesopotámico. Pero ya desde estos comienzos se ve cómo el
pueblo griego pone su mira en la belleza formal con gran interés, mucho mayor
que es de los demás. No hay mucha variedad en cuanto a los temas, sino más bien
talleres que se encargarán de plasmar diferentes tradiciones y escuelas.
Estatuas de los gemelos Cleobis y Bitón. Museo Arqueológico de Delfos |
Uno
de los tipos genéricos más representado va a ser el atleta desnudo conocido
como kouros, seguido de la mujer
vestida llamada kore. El kouros aparece siempre de pie, muy erguido,
adelantado su pierna izquierda, Ojos apenas hundidos, orejas completamente
irreales, el pelo como una masa compacta hecho a base de líneas geométricas y
una boca que aunque se podía representar como un línea recta, era frecuente que
dibujase una sonrisa, la famosa “sonrisa arcaica”. Gracias a este tipo de
trabajo, los escultores griegos irán practicando y adquiriendo el dominio de la
anatomía humana. Poco a poco la figura irá evolucionando hacia la figura
clásica, donde las formas corpóreas adquieren una mayor naturalidad. Hacia
finales del s. VI a. C estamos a punto de que el último lazo que le ata al
arcaísmo, que en este caso es la frontalidad, sea eliminado y entraremos de
pleno en el complejo esquema de la estatua clásica.
Kore Phrasikleia, Museo Arqueológico de Atenas |
Pero
a mediados del siglo VII a. C surgen en Creta una serie de talleres que han
pasado a la historia en conjunto como un solo autor, Dédalo. Según tradición
este fue el primero que “abrió los ojos y separó as piernas” de una estatua, de
ahí que estas estatuas se puedan denominar cretenses o dedálicas. Las estatuas
de hombres y mujeres que van a salir de estos talleres son de cuerpo aplanado,
pies grandes y paralelos, cintura alta y marcada, frente corta, gran barbilla,
masa de pelo geométrica y, en general, desproporción entre el cuerpo y la
cabeza. Sin embargo en conjunto crean obras de singular encanto que parecían “vivas”.
Dama de Auxerre. Museo del Louvre, París |
La aportación de Jonia a la escultura griega femenina pues la de las telas en color y transparentes (porque como bien sabéis todas las estatuas griegas estaban pintadas). El estudio de los pliegues será fundamental para lo que vendrá después.
Hera de Samos. Museo del Louvre, París |
Los atenienses aprenden el arte de la escultura en el círculo de la Escuela dedálica, y a finales del siglo VII a. C., toman un nuevo rumbo por el contacto que tenían con las Cícladas, que harán esculturas masculinas, totalmente y monumentales, según piensan algunos autores por la influencia egipcia. Crearán unos kouroi (es el plural de kouros, no os liéis) de volúmenes mucho más rudos y geométricos. De aquí lo más conocido que tenemos es el Moscóforo, un hombre con un ternero a cuestas que parece ser el predecesor directo de la imagen del Buen Pastor cristiano (aunque hay alguno que otra autor que no comparte esta opinión).
Moscóforo. Museo de la Acrópolis de Atenas |
Hacia la segunda mitad del s. VI a. C, la escultura ática empieza a realizar estatuas de doncellas o korai (otra vez el plural) que se dedicaban a los dioses (exvotos) en el recinto de la Acrópolis. Ya vemos con se empieza a estudiar el cuerpo femeninos por debajo de las telas transparentes que lo cubren. Las manos se extienden hacia delante para ofrecer mientras que el vestido se recoge para dejar ver unos pies muy bien ejecutados.
Kore de Marsella. Museo de Bellas Artes de Lyon |
El
desarrollo del arte clásico se inicia a finales del s. VI a. C., como un
proceso lento de transformación donde van a aparecer numerosos ejemplo de tipo
arcaico pero con un nuevo espíritu.
Cerámica
Vamos
a pasar por la cerámica brevemente haciendo un repaso por los estilos más
significativos que surgieron después de la última fase de la cerámica
geométrica. El primero de ellos sería la cerámica ática de figuras negras. Los
autores de estas obras van a escoger la leyenda heroica como temática por la
libertad y riqueza que ofrecía. Los frisos de animales y de monstruos siguieron
ocupando su lugar, pero ahora es cuando a su lado se perfilan por primera vez
las figuras de Aquiles, Heracles, Odiseo, Orestes y todos los héroes de los
cantares. Los personajes adoptan la moda de la época, al igual que las estatuas
que hemos visto en el anterior apartado. Eso sí, muchos de los atributos que
más tarde serán propios de cada personaje, todavía no están asignados.
Ánfora del Pintor Neso. Museo Arqueológico Nacional de Atenas |
Esto
sería en el s. VII a.C., y en el VI se verá un gran progreso con grandes
artistas con nombre propio como Sophilos, el primero conocido de la zona ática.
Componía desfiles de animales graciosos y fuertes al lado de escenas
mitológicas de Homero como los funerales de Patroclo y las bodas de Tetis y
Peleo. Pero el ejemplo que mejor va a representar todo este momento va a ser el
conocido como Vaso François, llamado así en memoria de su descubridor. Está
firmado por sus dos autores: el alfarero Ergótimos y el pintor Klitias, de los
que se conservan más sobras de hacia el 570 a.C. Esto ya es un vaso griego. En
su mayor parte, se presentan episodios de leyendas heroicas y mitológicas como
la cacería del jabalí de Calidón, el baile de los jóvenes atenienses salvados
por Teseo, la carrera de carros en honor de Patroclo, la Centauramaquia, la
procesión de los dioses ante la mansión de Peleo casado ya con la nereida Tetis
(no la diosa), la persecución de Troilo por Aquiles o el retorno de Hephaistos
al Olimpo. Además, no podía faltas las fieras, alimañas y monstruos con figuras
dinámicas y muy expresivas.
Vaso François. Museo Arqueológico de Florencia |
Desde el segundo cuarto del siglo VI a. C., vamos a tener una guerra entre la cerámica de estilo miniaturista y la del estilo monumental. Este último estilo lo cultivan maestros como Klitias, el Pintor de la Acrópolis, Nearchos y Lydos. Entre el 550 y 530 a. C. destacará el pintor y alfarero Exequias junto con Lydos y Amasis que serán los principales maestros de la cerámica de este tipo de figuras.
Ánfora del pintor Amasis. Biblioteca Nacional de París |
Ánfora de Exequias. Aquiles y Ayax jugando. Museo Gregoriano Etrusco, Vaticano |
Por
otro lado tenemos la cerámica ática de figuras rojas que se da a mediados del
s. VI a.C. cuando las figuras negras parecen haber alcanzado los extremos de su
creación. Los discípulos de Exequias favorecieron el desarrollo de esta técnica
que en lugar de pintas las figuras como siluetas negras sobre fondo rojos,
prefería “reservarlas· en rojo dentro de un fondo de colo negro. Y esta técnica
fue la predominante, aunque ni mucho menos, como ya hemos visto, acabó con su
predecesora. Si bien las figuras negras sólo permitían hacer las imágenes de
perfil y de frente (dos dimensiones), esta nueva técnica permitirá a la figura
girar hacia el espectador, en su mayoría con el tronco de unas de las figuras. Y
a finales del periodo arcaico se descubre el sombreado, técnica que los
pintores emplearán muy tímidamente pero que precederá a la nueva visión
pictórica. Advertir que para estos
pintores el ánfora no tendrá la importancia que tenía para los pintores de
figuras negras, sino que ellos preferirán el llamado kylix que es una copa con
asas. Vamos a destacar el taller del ceramista Andókides que a su cargo tenía
al llamado Pintor de Andókides por no saber su nombre que fue el verdadero
introductor de esta técnica.
Heracles y Atenea. Pintor de Andókines |
A
partir de aquí tendremos dos periodos de transición donde se desarrollarán
todas las técnicas que hemos visto ahora. Podría seguir dando nombres y
adentrándome en estos periodos, pero no quiero alargarme mucho más. Artistas
hay desde que el Hombre es Hombre e incluso antes, y siempre tendemos la mirada
hacia el arte clásico como el más bello y perfecto, pasando por alto todas
estas manifestaciones que también reclaman su hueco dentro de la Historia y de
la Historia del Arte. Espero que con esto halláis despejado en vuestra mente
qué ocurrió antes de los nombres vivos del arte griego y que cuando paséis por
un museo miréis a estas obras con el mimo y el cariño que se merecen.
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