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jueves, 28 de mayo de 2015

El arte de la Grecia Arcaica

El paso del Arte primitivo a la explosión del  Arte clásico

    Como hemos visto en la maravillosa entrada anterior, antes de la Grecia que todos  conocemos, se da un periodo de tránsito donde todo lo que nos es más conocido o representativo de la cultura griega se está formando. Pues bien, lo que ocurre en el Arte es que refleja todos esos cambios que se van a dar en la sociedad después de la llamada Edad Oscura. Los restos arqueológicos que nos han quedado pasan de las culturas minoicas y micénicas, de las que hablaremos en otra ocasión, a un estilo geométrico que parece emerger de los albores de la Humanidad. Una larga era de invasiones, emigraciones y conflictos produjeron una época de esplendor y es que, después del tempestad siempre llega la calma.




Estilo geométrico

    Este primero periodo del arte griego se va a dar entre el 1000 y el 700 a.C. Como podéis ver son fechas bastantes ajustadas en cuanto al tema de Historia, pues os habíamos dicho que la Época Oscura llegaría hasta el 800 a. C, pero aquí los periodos históricos y artísticos se separan un poco. Y por esa misma razón vamos a dar una pequeña pincelada sobre este estilo y nos vamos a centrar más en el final del mismo para que podáis entender el paso hacia el siguiente punto.

    Aunque antes del 1000 a. C se encuentran ejemplos de una rica decoración tanto en la cerámica como en la arquitectura, vamos a perderla para volver a formas completamente geométricas donde parece haber una disputa entre la línea recta y la curva, estilo que se difunde rápidamente por todo el Ática. A todos estos ejemplos en cerámica (que es donde vamos a encontrar este estilo) se les llama vasos del Dípylon por haberse encontrado en un cementerio de Atenas del mismo nombre y mostrar el estilo en la plenitud de su desarrollo. Vamos a encontrar que se difundirá muy rápidamente durante el s. IX. Podemos diferenciar entre los más antiguos y algunos más modernos porque los primeros son de estilo negro. El estilo negro quiere decir que la mayor parte del vaso está recubierta por un barniz negruzco y su poca decoración hecha con regla y compás, y que aparece sólo en una franja horizontal. Estos motivos incluyen muchos a los que estamos acostumbrados y que reconocemos a primera vista como grecas, meandros, rombos, cruces gamadas, ajedrezados, rosetas, etc. La figura del hombre geométrico es muy simple y esquemática, pareciéndonos más bien una cerilla. Uno de los temas más habituales son las ceremonias fúnebres, como es el caso de esta Gran ánfora del Museo Arqueológico Nacional de Atenas.







    En la fase más cercana al 700 a.C. las figuras humanas dejarán de ser tan geométricas e hincharán el pecho, se representan los ojos y el pelo, sobre todo el femenino. También vamos a encontrar pequeñas figuras de terracota, bronces y marfiles. De los escultores salen figuras humanas muy parecidas a los de los vasos, con un cuerpo largo, un torso triangular y una apostura rígida. Como ejemplo os pongo una diosa de marfil encontrada en Atenas del s. VIII a. C, que lleva en la cabeza un polos o birrete decorado con una cenefa de meandros, que así veis lo que son.


Estatuilla femenina de marfil conocida como la "Diosa del Dípylon". Museo Arqueológico Nacional de Atenas

    Podría decirse que este arte geométrico sería el sucesor en el tiempo del arte minoico. Seguramente os resulte bastante aburrido e incluso sin gracia. Pero pensad en lo trabajoso de estas composiciones y en todos los cálculos geométricos previos que dan lugar a este tipo de composiciones perfectamente alineadas y sin error. Estamos a las puertas de esa mentalidad griega tan cuadriculada e investigadora que dio lugar a los más célebres científicos, filósofos, escritores, pensadores y políticos de la Historia.


El arte griego orientalizante (s. VII y comienzos del VI a. C)

    Los que seáis seguidores del blog seguramente esta expresión os resultará familiar. Empleamos la palabra “orientalizante” para referirnos a ese arte tartésico que tenía una clara influencia oriental reflejada en los hallazgos arqueológicos. Pues aquí va a pasar lo mismo. Los comerciantes fenicios son los reyes del Mediterráneo en estos momentos y el propio Homero (existiera o no) los define como excelentes marinos. Como también pudimos ver, el arte fenicio es un arte que mezcla elementos egipcios, sirios y asirios. Y es precisamente en los objetos que se comercian en estos momentos donde vamos a encontrar representados a los héroes homéricos que se mezclan con otras descripciones fenicias, griegas o puramente fantásticas. Uno de estos ejemplos es el Escudo de Aquiles obra de “Hephaistos" donde vemos escenas yuxtapuestas pero sin relación entre ellas, como solían hacer los fenicios: un mapa astronómico, dos ciudades donde se celebran bodas y un debate judicial, varias escenas agrícolas, un coro de bailarines y una presentación del océano.






    Pero es también ahora cuando van a aparecer seres míticos como el grifo, la esfinge, la Gorgona, la sirena, etc., que se representan en cuencos o cerámicas variadas. Junto a estos animales leones asirios, cabras persas, panteras, loto, papiro, etc.

Cuenco fenicio. Museo Nacional Etrusco de Villa Guilia, Roma

    Fuera de Atenas es llamativa la cerámica de Corinto a mediados del s. VIII a. C, que se convierte en la más importante de todas las fábricas y se extiende por todo el mundo griego. Estos pintores se dedicaban al dibujo de siluetas y de contornos añadiendo pequeñas zonas de rojo y blanco, dando lugar a la cerámica de figuras negras. Estas figuras ya se hacen a mano alzada.


Pixys de estilo corintio medio. Museo británico, Londres.

    Y hacia la mitad del s. VII a. C es cuando los pintores se revelan y dejan las piezas de arte minúsculas para dejar paso a obras de mayor tamaño. Uno de los ejemplos más bellos es el Vaso Chigi donde se da el encuentro de dos ejércitos de hoplitas y cinco campeones, todo en orden, marchando al sonido de una flauta tocada por una de las figuras. Después de esto, Atenas será la que se haga con el control de toda la cerámica, porque era la capital y lo petaba más. Aunque los esfuerzos por superar a Atenas se traducirán es obras magníficas como la Crátera de Berlín. De Berlín porque se encuentra allí, que ya sabemos cómo son estos expoliadores, no les basta con robar que también les tienen que poner su nombre a las cosas.


Desarrollo de una crátera corintia con la despedida de Anfiarao. Antikensammlung, Berlín




El periodo arcaico (del s. VI a principios del s. V)


     Arquitectura

    Si hay algo que diferencia a la polis griega de las ciudades prehelenísticas, es la aparición del templo como el alma de la ciudad, constituyendo una unidad cerrada en sí misma que alberga la estatua de un dios y actúa como su casa y donde los fieles jamás se reúnen en asamblea. Todos los sacrificios y el ceremonial religioso de cada dios se celebrará fuera del templo para que a la deidad le lleguen los humos de la muerte. Pero además va a ser el espacio donde se santifiquen las leyes y los tratados, se escuchen a los oráculos, donde se alberguen las estatuas de los vencedores olímpicos y donde se desarrollen certámenes de lírica coral, música y el drama. Las necrópolis se situarán fuera de la ciudad, bastante lejos de los santuarios, donde surgirán otros templos destinados al culto de los héroes y dioses de ultratumba. Al principio se construyeron de adobe y madera, aunque poco a poco esos materiales se irán sustituyendo por la piedra y el mármol. Dórico (dórico), Jónico (jónico), Corintio (corintio, corintio, corintio) son los tres órdenes griegos que se distinguen por la composición de las columnas. El orden dórico y jónicos aparecen coetáneamente en épocas tempranas, mientras que el orden corintio es un derivado mucho más tardío en el tiempo.

Estilo dórico

Estilo jónico


Estilo corintio

    Antes de que los templos alcanzaran las formas canónicas de la Grecia clásica, la arquitectura atravesó un largo periodo de ensayo del que no tenemos ejemplos en pie por, como ya hemos dicho antes, la poca calidad de sus materiales de construcción. Gracias a modelos de barro en forma de maquetas, podemos ver cómo era un templo griego, en su forma original. Hay teorías que hablan de una la continuidad de la tradición de cabañas rectangulares y con porche que se extendía por toda Centroeuropa y que habría llegado hasta la Península helénica gracias a los invasores norteños.


Maqueta en terracota del primitivo Heraion de Argos. Museo Arqueológico Nacional de Atenas
   

    A partir del 600 a. C, veremos a aparición del orden jónico como en los templos de Hera en Olimpia y el de Apolo en Thermon. El primero aún tenía las paredes de adobe, aunque por los restos arqueológico se sabe que las columnas, en origen, fueron troncos de árboles, aunque también Praxíteles nos lo ha hecho llegar a uno de sus escritos. Ya que he nombrado a Praxíteles decir que, gracias al derrumbamientos de las pareces de este templo conservamos su Hermes, obra de gran calidad. En el Templo apolíneo ocurre lo mismo, pues se han encontrado tejas de terracota (barro) y a partir del s. VI se irá sustituyendo por elementos de piedra sin abandonar los elementos de la arquitectura. Evidentemente, todos estos templos se componen de un sinfín de elementos que se van modificando y añadiendo y que conforman el verdadero templo griego, pero para ello necesitaría explicaros uno por uno qué son esos elementos son su nombre y yo lo que quiero es que terminéis de leer la entrada y no os durmáis entre medias. Así que, que sepáis que esto tiene mucha más chicha, pero iremos desgranándola en siguientes ediciones.

Templo de Hera en Paestum

    Por otro lado, el templo jónico arcaico del que más restos se conservan, es el pequeño Tesoro de los Sifnios en Delfos (530- 520 a. C), uno de los cuatro tesoros consagrados en el recinto de Apolo. En él ya se utilizan cariátides (columnas en forma de mujer) y una basa (base) jónica.

Reconstrucción del templo original

Reconstrucción de la parte frontal en el Museo de Delfos

Lo que en realidad queda

    Por último, otro de los elementos importantes que aparece en este momento será el famoso frontón griego, siendo el Templo de Corfú (600 a. C) el más antiguo que hoy por hoy se puede contemplar. Su figura central es una impresionante Gorgona que lleva en brazos a Pegaso y Crisaor; a su lado dos leones acostados. A los lados, en los triángulos que forma en propio frontón aparecen una diosa sentada frente a un guerrero y la pelea de Zeus con un gigante. Como le debió sobrar espacio al artista y no sabía cómo rellenarlo, añade una figura sin relación con todo lo demás. Todavía no tenían muy controlado este tema. Para evitar estas cosas, muchas artistas posteriores colocarán bestias en los vértices porque se adaptaban mejor al espacio.




Escultura

    En cuanto a la escultura, los griegos admiraban lo que se estaba haciendo el Oriente, y copiarán el concepto de una ya larguísima tradición de pueblos como el egipcio y el mesopotámico. Pero ya desde estos comienzos se ve cómo el pueblo griego pone su mira en la belleza formal con gran interés, mucho mayor que es de los demás. No hay mucha variedad en cuanto a los temas, sino más bien talleres que se encargarán de plasmar diferentes tradiciones y escuelas.

Estatuas de los gemelos Cleobis y Bitón. Museo Arqueológico de Delfos
    Uno de los tipos genéricos más representado va a ser el atleta desnudo conocido como kouros, seguido de la mujer vestida llamada kore. El kouros aparece siempre de pie, muy erguido, adelantado su pierna izquierda, Ojos apenas hundidos, orejas completamente irreales, el pelo como una masa compacta hecho a base de líneas geométricas y una boca que aunque se podía representar como un línea recta, era frecuente que dibujase una sonrisa, la famosa “sonrisa arcaica”. Gracias a este tipo de trabajo, los escultores griegos irán practicando y adquiriendo el dominio de la anatomía humana. Poco a poco la figura irá evolucionando hacia la figura clásica, donde las formas corpóreas adquieren una mayor naturalidad. Hacia finales del s. VI a. C estamos a punto de que el último lazo que le ata al arcaísmo, que en este caso es la frontalidad, sea eliminado y entraremos de pleno en el complejo esquema de la estatua clásica.  


Kore Phrasikleia, Museo Arqueológico de Atenas


Kouros de Sounion. Museo Arqueológico de Atenas

    Pero a mediados del siglo VII a. C surgen en Creta una serie de talleres que han pasado a la historia en conjunto como un solo autor, Dédalo. Según tradición este fue el primero que “abrió los ojos y separó as piernas” de una estatua, de ahí que estas estatuas se puedan denominar cretenses o dedálicas. Las estatuas de hombres y mujeres que van a salir de estos talleres son de cuerpo aplanado, pies grandes y paralelos, cintura alta y marcada, frente corta, gran barbilla, masa de pelo geométrica y, en general, desproporción entre el cuerpo y la cabeza. Sin embargo en conjunto crean obras de singular encanto que parecían “vivas”.

Dama de Auxerre. Museo del Louvre, París
    

    La aportación de Jonia a la escultura griega femenina pues la de las telas en color y transparentes (porque como bien sabéis todas las estatuas griegas estaban pintadas). El estudio de los pliegues será fundamental para lo que vendrá después.

Hera de Samos. Museo del Louvre, París

    
    Los atenienses aprenden el arte de la escultura en el círculo de la Escuela dedálica, y a finales del siglo VII a. C., toman un nuevo rumbo por el contacto que tenían con las Cícladas, que harán esculturas masculinas, totalmente y monumentales, según piensan algunos autores por la influencia egipcia. Crearán unos kouroi (es el plural de kouros, no os liéis) de volúmenes mucho más rudos y geométricos. De aquí lo más conocido que tenemos es el Moscóforo, un hombre con un ternero a cuestas que parece ser el predecesor directo de la imagen del Buen Pastor cristiano (aunque hay alguno que otra autor que no comparte esta opinión).

Moscóforo. Museo de la Acrópolis de Atenas
    

    Hacia la segunda mitad del s. VI a. C, la escultura ática empieza a realizar estatuas de doncellas o korai (otra vez el plural) que se dedicaban a los dioses (exvotos) en el recinto de la Acrópolis. Ya vemos con se empieza a estudiar el cuerpo femeninos por debajo de las telas transparentes que lo cubren. Las manos se extienden hacia delante para ofrecer mientras que el vestido se recoge para dejar ver unos pies muy bien ejecutados.

Kore de Marsella. Museo de Bellas Artes de Lyon

    El desarrollo del arte clásico se inicia a finales del s. VI a. C., como un proceso lento de transformación donde van a aparecer numerosos ejemplo de tipo arcaico pero con un nuevo espíritu.


    Cerámica

     Vamos a pasar por la cerámica brevemente haciendo un repaso por los estilos más significativos que surgieron después de la última fase de la cerámica geométrica. El primero de ellos sería la cerámica ática de figuras negras. Los autores de estas obras van a escoger la leyenda heroica como temática por la libertad y riqueza que ofrecía. Los frisos de animales y de monstruos siguieron ocupando su lugar, pero ahora es cuando a su lado se perfilan por primera vez las figuras de Aquiles, Heracles, Odiseo, Orestes y todos los héroes de los cantares. Los personajes adoptan la moda de la época, al igual que las estatuas que hemos visto en el anterior apartado. Eso sí, muchos de los atributos que más tarde serán propios de cada personaje, todavía no están asignados.

Ánfora del Pintor Neso. Museo Arqueológico Nacional de Atenas

    Esto sería en el s. VII a.C., y en el VI se verá un gran progreso con grandes artistas con nombre propio como Sophilos, el primero conocido de la zona ática. Componía desfiles de animales graciosos y fuertes al lado de escenas mitológicas de Homero como los funerales de Patroclo y las bodas de Tetis y Peleo. Pero el ejemplo que mejor va a representar todo este momento va a ser el conocido como Vaso François, llamado así en memoria de su descubridor. Está firmado por sus dos autores: el alfarero Ergótimos y el pintor Klitias, de los que se conservan más sobras de hacia el 570 a.C. Esto ya es un vaso griego. En su mayor parte, se presentan episodios de leyendas heroicas y mitológicas como la cacería del jabalí de Calidón, el baile de los jóvenes atenienses salvados por Teseo, la carrera de carros en honor de Patroclo, la Centauramaquia, la procesión de los dioses ante la mansión de Peleo casado ya con la nereida Tetis (no la diosa), la persecución de Troilo por Aquiles o el retorno de Hephaistos al Olimpo. Además, no podía faltas las fieras, alimañas y monstruos con figuras dinámicas y muy expresivas.

Vaso François. Museo Arqueológico de Florencia
    

    Desde el segundo cuarto del siglo VI a. C., vamos a tener una guerra entre la cerámica de estilo miniaturista y la del estilo monumental. Este último estilo lo cultivan maestros como Klitias, el Pintor de la Acrópolis, Nearchos y Lydos. Entre el 550 y 530 a. C. destacará el pintor y alfarero Exequias junto con Lydos y Amasis que serán los principales maestros de la cerámica de este tipo de figuras.

Ánfora del pintor Amasis. Biblioteca Nacional de París

Ánfora de Exequias. Aquiles y Ayax jugando. Museo Gregoriano Etrusco, Vaticano

    Por otro lado tenemos la cerámica ática de figuras rojas que se da a mediados del s. VI a.C. cuando las figuras negras parecen haber alcanzado los extremos de su creación. Los discípulos de Exequias favorecieron el desarrollo de esta técnica que en lugar de pintas las figuras como siluetas negras sobre fondo rojos, prefería “reservarlas· en rojo dentro de un fondo de colo negro. Y esta técnica fue la predominante, aunque ni mucho menos, como ya hemos visto, acabó con su predecesora. Si bien las figuras negras sólo permitían hacer las imágenes de perfil y de frente (dos dimensiones), esta nueva técnica permitirá a la figura girar hacia el espectador, en su mayoría con el tronco de unas de las figuras. Y a finales del periodo arcaico se descubre el sombreado, técnica que los pintores emplearán muy tímidamente pero que precederá a la nueva visión pictórica.  Advertir que para estos pintores el ánfora no tendrá la importancia que tenía para los pintores de figuras negras, sino que ellos preferirán el llamado kylix que es una copa con asas. Vamos a destacar el taller del ceramista Andókides que a su cargo tenía al llamado Pintor de Andókides por no saber su nombre que fue el verdadero introductor de esta técnica.

Heracles y Atenea. Pintor de Andókines


    A partir de aquí tendremos dos periodos de transición donde se desarrollarán todas las técnicas que hemos visto ahora. Podría seguir dando nombres y adentrándome en estos periodos, pero no quiero alargarme mucho más. Artistas hay desde que el Hombre es Hombre e incluso antes, y siempre tendemos la mirada hacia el arte clásico como el más bello y perfecto, pasando por alto todas estas manifestaciones que también reclaman su hueco dentro de la Historia y de la Historia del Arte. Espero que con esto halláis despejado en vuestra mente qué ocurrió antes de los nombres vivos del arte griego y que cuando paséis por un museo miréis a estas obras con el mimo y el cariño que se merecen. 

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