Origen, organización y asentamiento de las polis
En el s. VIII a.C., tras la etapa
conocida como Edad Oscura, de la cual hablaremos en su momento, en el
mundo griego se inicia la denominada Época Arcaica. En ella se
sientan las bases de la civilización griega tal y como la pensamos
cualquiera de nosotros, con su expansión por el Mediterráneo, sus
polis, sus demócratas y todas esas cosas. En definitiva, y aunque ya
con anterioridad se había iniciado la colonización de Asia Menor,
es en este período en el que la civilización griega se convierte en
la cultura dominante en el Mediterráneo.
Sin embargo, como supongo que ya
sabréis, cuando hablamos de griegos no hablamos de un pueblo con una
unidad política clara. Simplemente nos referimos a un conjunto de
personas que comparten un estilo de vida, una lengua y unos mismos
dioses pero sin una unidad política. Estas características en común
eran las que, a ojos de los propios griegos, servía para diferenciar
entre ellos, que eran el mundo civilizado, y los bárbaros. En esa
denominación de bárbaros se incluían otras civilizaciones como la
egipcia o la persa, que eran sociedades con un grado de
desenvolvimiento incluso mayor.
La Polis
La polis es la unidad de
organización política más característica del mundo griego.
Tendemos a creer que, por el significado que posteriormente ha
adquirido la palabra polis, esta se ceñía únicamente a los
espacios urbanos. Sin embargo este término se utiliza para hablarnos
de una unidad de administración política, en la que se incluyen
tanto el ámbito urbano como las zonas rurales y campos de cultivo
situados fuera del recinto amurallado. En cuanto al origen del poder
este reside en la asamblea de ciudadanos. Esto tendrá trascendencia
en el momento de la expansión mediterránea ya que la esencia de la
polis no reside en el territorio, si no en sus ciudadanos, y la polis
renacerá allá donde ellos estén reunidos.
En cuanto a su articulación, cada
polis poseía una serie de leyes e instituciones que regulan el
funcionamiento de la comunidad. Éstas eran a menudo de reducidas
dimensiones, salvo casos como Atenas y Esparta. En ellas los
ciudadanos, varones, eran lo únicos miembros de pleno derecho de la
polis y tenían el derecho de poseer tierras. En el seno de la
comunidad primaba lo público frente a lo privado, al menos en
teoría. Como es de suponer la condición de ciudadano era
restrictiva y en cada polis se disponía de una serie de condiciones
que había que cumplir para disfrutar de ese estatus. Caso
significativo, como sabréis, es el de Esparta, en el que la
ciudadanía se le otorgaba únicamente a la casta guerrera.
Formación de la polis
Obviamente las polis no surgen de
la nada, no se despierta un griego un día y descubre que, de
repente, vive en una comunidad política de este tipo. Lo más
probable es que las causas que llevaron a desembocar en su aparición
viniesen de muy atrás, de algún momento de la Edad Oscura y que se
fue perfeccionando hasta que se culmina en el proceso en el s. VIII
a.C.
En cuanto a las causas que
llevaron a su formación, tenemos por un lado un importante
desarrollo agrícola que provocó un crecimiento demográfico
importante. Lo típico, que si te alimentas bien te reproduces mejor
y vives más y mejor, como nos decía mamá. Con este crecimiento
demográfico se produce también un aumento y progreso de la
producción artesanal, sobre todo en la metalurgia.
Pese a que estos puntos que
acabamos de comentar son muy importantes, quizá el mayor avance se
produce en el ámbito ideológico. Es en este momento cuando se
produce una proliferación de santuarios y se extiende el culto hacia
tumbas de época micénica, las cuales se relacionan con los héroes
locales, Perseo, Teseo (siempre los confundo), Aquiles y demás. Este
aumento del culto hacia divinidades protectoras y hacia los héroes
fundadores origina un sentimiento de identificación de las personas
con el territorio en el que habitan y se empieza a tomar conciencia
de la pertenencia a una comunidad. Por si esto no fuera suficiente,
la geografía griega, con territorios poblados muy apartados entre
sí, ayuda a esta formación de comunidades diferenciadas con las
demás. El último paso para la formación de la polis se da cuando
se dota a esta comunidad de una serie de instituciones y leyes que
dan origen a la asamblea ciudadana y a una serie de magistraturas.
La aristocracia y el campo
Pese a la desaparición, por norma
general, de las monarquías, esto no quiere decir que se
democratizase el poder. Si la caída de las monarquías se relaciona
con la acumulación de tierras y riquezas en manos de una familia,
ahora éstas pasan a estar en manos de unas cuantas. Los aristócratas
griegos no son grandes terratenientes al estilo romano, si no que se
trata de personas acomodadas que no necesitan trabajar para vivir,
como la Preysler. Habitualmente eran los que poseían las mejores
tierras y solían ampliarlas con las de sus vecinos cuando éstos se
encontraban en una situación económica precaria y pasaban a ser
usados como mano de obra. Pese a esto, las grandes propiedades rara
vez excedían las 30 hectáreas.
Para el resto de propietarios de
tierras, el mundo agrícola griego era muy duro. Poseedores de
pequeñas parcelas, su situación era precaria, quedando reducida a
la agricultura de subsistencia. Por ello era muy difícil soportar
una mala cosecha, y cuando esto sucedía no quedaba otra que
endeudarse con los vecinos más prósperos. Este endeudamiento y la
escasez de tierra cultivable estarán detrás tanto de futuros
disturbios como de la salida a ultramar en busca de mejor fortuna,
que lo de emigrar es un invento muy viejo.
Con la acumulación de tierras en
manos de la aristocracia, esta vio incrementado su poder y quedó en
posesión de un importante excedente agrícola, con el que se
comercia y aumenta la riqueza. Esta mejora de la economía de las
élites produce un incremento del comercio, importándose objetos de
lujo de Oriente que sirven para realzar el prestigio de cada familia
y hacerlo visible. Pero también se comerciaba con materias primas y
se ampliaron las rutas comerciales, abriendo paso a la expansión y
colonización de nuevos territorios, fundando colonias. Estas
colonias, a su vez, comerciaban con la polis de origen, con lo que
esto era un no parar. De este modo se produce el enriquecimiento de
comerciantes y artesanos, que exige mayor participación política.
Esto se debe a que, como la actividad política no era remunerada,
solo los que disponían de la posibilidad de no tener que trabajar
para vivir podían participar en ella. Pero la aristocracia no ve con
buenos ojos la intromisión de nuevos actores en el ámbito político.
Leyes y legisladores
Estatua representando a Licurgo, mítico legislador de Esparta |
Los conflictos internos de la
sociedad griega estaban servidos y para intentar apagar el fuego se
dispone una solución mediadora. Allá donde la situación aún no
era excesivamente violenta, se pudo llegar a un acuerdo y se
elaboraron una serie de códigos legislativos poniendo por escrito y
haciendo comunes una serie de leyes que hasta ahora solo estaban en
manos de los dirigentes. Como nota curiosa hay que decir que estos
legisladores surgen por primera vez en las colonias griegas e Italia,
la Magna Grecia. Esto tiene su lógica si entendemos la necesidad de
organizar una nueva comunidad desde cero y que necesita de un marco
para poder desenvolverse.
En estos cuerpos legales se tratan
dos temas básicos: por un lado fijar un procedimiento legal y
judicial claro y, por otro, aclarar y poner límites a la cuestión
de la propiedad de la tierra. También se dirimió la limitación del
poder de los magistrados. Las penas que se ponían al incumplimiento
de estas leyes era muy severas, ya que lo que se pretendía era poner
fin por todos los medios a la situación de creciente violencia entre
las familias, que había desencadenado en una serie de venganzas y
asesinatos. Pese a que, en la medida de lo posible, se atajó esta
situación violenta, estas leyes no supusieron la creación de una
sociedad igualitaria, ya que la legislación y cualquier proceso judicial
era dominado por la aristocracia. Sin embargo hay que decir que fue
algo muy positivo para la comunidad, como demuestra que estos
legisladores pasasen a ser respetados y hasta venerados.
Los tiranos
Cuando las tensiones en las
comunidades eran insalvables, se implantaba la tiranía. Como
supondréis, las fuentes que nos hablan de este tipo de regímenes no
son imparciales, ya que los autores son de origen aristocrático y la
implantación de la tiranía suponía un recorte de su poder político
y social. La mayor parte de los tiranos que llegaron al poder eran
apoyados por el grueso de la población y se auparon en el poder con la
intención de acaparar riquezas y vengarse de sus rivales políticos.
Las medidas que emprendieron estaban orientadas a favorecer a la masa
de pequeños propietarios y a los habitantes de la urbe. En el ámbito
económico, en muchos casos se produjo un despegue, ya que los
tiranos emprendieron una serie de políticas exteriores muy
diferentes a las anteriores, llevando a cabo conquistas militares y
enlaces matrimoniales a fin de afianzarse en el poder.
El conjunto de la población ve
mejorada su situación, tanto económica como políticamente, ya que
en muchos casos la tiranía dio paso a la democracia. Esto se
entiende atendiendo a que la tiranía surge como una reacción a la
“enemistad” entre el vulgo y la aristocracia gobernante y,
durante el gobierno del tirano, se gobierna más hacia el primero.
Por ello el grueso de la población es consciente de su poder
político y ahora se tendrá que contar con su beneplácito a la hora
de gobernar.
El principal problema de la
tiranía es su continuidad, ya que al tratarse de un régimen
impuesto por la fuerza, estaba expuesto a que una nueva conjura le
pusiese fin. Cuando desaparece se vuelve a atravesar un proceso de
luchas internas por el poder, pero las reformas que estos períodos
habían abierto ya no se podían echar atrás.
Las guerras y el armamento
En el ámbito militar se produce
un cambio importante: se deja de lado la práctica del combate
individual de origen aristocrático por la implantación de la
falange de guerreros que luchan como uno solo. De este modo se
implica a toda la población en la defensa de la polis. Bueno, a toda
la población que se pudiese pagar el equipamiento militar. Se
atribuye la implantación de la falange hoplita como cuerpo principal
de ejército al tirano Fidón de Argos y se convertiría en lo
habitual en el mundo griego alrededor del año 700 a.C.
El Ethnos
Como último apartado decir que la
polis es la organización característica del mundo griego pero no es
la única. El ethnos, cuyo origen seguramente es más antiguo que el
de la polis, se encontraba en lugares de la Grecia Noroccidental y
Central. Se trataba de una forma de organización más amplia y
abierta que la polis y está formado por una comunidad humana que
tiene una historia en común y se reúne alrededor de una serie de
santuarios compartiendo su sistema de creencias. Está provista de
lugares fortificados para su defensa y su tipo de administración es
federal. El ethnos se implantó en zonas más frías y húmedas donde
la población estaba más dispersa, mientras que en las polis la
población se encuentra más concentrada. Además de su dispersión,
la población lleva un estilo de vida trashumante, debido a su
principal actividad, la cría de ganado. Para ello se necesitaba de
un amplio terreno donde este ganado pudiese pastar, por lo que no
existía la necesidad de creación de núcleos urbanos. En este tipo
de organización las mujeres disponían de mayor libertar, ya que se
dedicaban a la agricultura, podían disponer de sus bienes libremente
y además participaban en la toma de decisiones de la comunidad.
Como veis, aquí queda hecho un
esbozo de lo que es el mundo griego en la Época Arcaica, algo
perfecto para que, en próximas entregas, entremos ya a hablar de
casos concretos.
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