Un siglo entre la conquista de territorios y el asentamiento de un nuevo arte
En el siglo
VIII, concretamente en el año 722, tiene lugar la legendaria Batalla de Covadonga, con la que
se da comienzo a lo que hemos conocido como Reconquista, término que a día de hoy
se está dejando de utilizar por lo incorrecto de su significado. La región de
Asturias es una zona histórica y geográfica en el s. IX especialmente cerrada
entre los Picos de Europa y el mar, lo que permite una independencia respecto
al dominio musulmán pero también conlleva un importante aislamiento respecto a
las potencias políticas y culturales de su entorno. La vía de penetración
cultural por lo tanto nunca pudo ser por el sur, sino por la costa cantábrica y
a través del mar. Es normal que sus relaciones con el Imperio Carolingio y las
islas, Irlanda y Gran Bretaña, fueran más frecuentes. El término de arte
asturiano fue acuñado por Jovellanos, aunque el gran problema es que no
lo diferenció con el Románico. El término, sin embargo, permaneció, aunque
adscrito al prerrománico español, concretamente al del reino de Asturias y al
del s. IX y el primer tercio del s. X.
La cultura
asturiana se extiende desde Santiago de Compostela hasta Álava, concretamente en
tiempos de Alfonso II, que es cuando se descubre la tumba del santo, y se manda
construir sobre ella una pequeña basílica. A pesar de que esta extensión es
considerable, el núcleo representativo del reino es Asturias, donde se
conservan los monumentos más interesantes. Una xcusa perfecta para hacerse un viaje. El arte asturiano se desarrolla
entre 795, cuando el rey Alfonso II traslada la capital a Oviedo, hasta 920 o
930, década en que la capital pasa de Asturias a León. El arte asturiano se
divide en tres etapas en torno a la figura del rey Ramiro I que logró el máximo
esplendor de la cultura astur: la época prerramirense, la época ramirense y la
época postramirense. Porque Ramiro era mucho Ramiro
Las principales características
del arte astur son (y os pongo dibujitos para que no os perdáis demasiado):
- Es un arte
bastante homogéneo, ya que sólo se va a desarrollar durante un siglo.
- Los edificios
van a tender a triplicar el ancho en base a la altura
- Se utiliza el
arco de medio punto peraltado.
- La techumbre es
de madera y se usará la bóveda de cañón en el período de esplendor.
- Aparece una
cámara alta, situada en la cabecera de la iglesia y la tribuna regia a los
pies.
- Las columnas
profusamente decoradas con bajorrelieves
- Gran importancia
de la pintura mural en el interior de las iglesias.
- Al exterior,
mampostería o sillarejo exceptuando las esquinas donde se utiliza el sillar
bien tallado.
Sillarejo |
Periodo
prerramirense
Es la fase más
relacionada con el arte visigodo anterior. Su promotor será Alfonso II que
reinó entre 792 y 842. En 795 se traslada la capital desde Cangas a Oviedo y
Alfonso se declara federado del Imperio Carolingio al tiempo que estableció
relaciones con Carlomagno al que enviaba regalos de manera frecuente (seguro que con dedicatorias bonitas). Esta
relación bien se reflejó en las diferentes manifestaciones artísticas al igual
que pasará con Inglaterra. No son muchas las que han
quedado, pero vamos a intentar haceros un repaso por las más destacables, que no las únicas.
Cámara Santa: de
principios del s. IX. Este edificio contenía el cuerpo de Santa Leocadia en su
cripta que se encontraba en el piso inferior, y el de San Miguel en el
superior, de ahí su nombre. Esta cámara está hoy integrada en el conjunto dela
catedral de Oviedo. Es una construcción muy sencilla con una clara finalidad
funeraria. Al ser tan temprana, se utiliza bóveda de cañón pero no arcos
fajones, que aparecen en la Capilla de San Miguel al haberse integrado
posteriormente en el s. XIII. En el centro es donde se conserva la Cruz de los Ángeles expuesta al público.
Iglesia de San
Julián de Prados (812- 842): se sabe que el arquitecto es el llamado Maestro Tioda. Parte de un conjunto palatino de recreo, por lo que no se sabe bien su
uso aunque hay teorías que apuntan que podría ser un edificio destinado a la
caza. No hay comunicación entre la cámara alta y el resto del edificio, así que
se accedería por una escalera. Decoración con arquillos ciegos y pinturas. El
conjunto de las pinturas que se conserva es muy importante y se divide en tres
niveles: el primero nos recuerda al estilo de ilustraciones romanas, que simula
el trabajo de mármoles y taraceas, y en la parte superior se decora con edificios
y cortinajes pintados Y las dos restantes son construcciones que parece que
hace alusión a la Jerusalén celestial y al cruz pero sin representaciones
humanas
San Pedro de Nora:
posiblemente del siglo IX. La planta recuerda a la de San Julián de los Prados pero
sin unión central. En la capilla mayor hay un tabernáculo excavado para
introducir la reliquia. La techumbre del edificio es plana excepto en la
cabecera que es de bóveda de cañón.
Pero sin duda,
la obra más singular de este periodo es la Cruz patada de los Ángeles. Patada quiere decir que el extremo de los
brazos es más ancho que el cuerpo, que yo os lo explico. Lleva trabajo de cabujón (piedra preciosa pulida y convexa) con
48 piedras y camafeos reutilizados. También tiene labra de filigrana y su
interior está hecho en madera. Al reverso es lisa de oro con una inscripción
que dice quién es el donante de la obra. En el centro aparece un camafeo y en
los brazos gemas rodeadas de piedras menores. La cruz fue robada en 1977 y el
camafeo no es el original sino otro realizado en Alemania por el que hubo que
sustituirlo. El nombre de los Ángeles se refiere a una leyenda que cuenta que
se hizo en una sola noche por unos peregrinos que al amanecer se marcharon. En
realidad fue realizada por orfebres lombardos que cuando terminaron su trabajo
volvieron a su país. Los otros camafeos son romanos y reutilizados. La ofrendó el
Rey Alfonso II a la catedral y la inscripción reza “Con este signo es protegido el piadoso, con este signo es vencido el
enemigo”, jaculatoria (para los de la LOGSE, oración breve y fervorosa) que se repite en muchos edificios de la época. Se
conserva en la Cámara Santa de la catedral como ya os he dicho antes.
Periodo
Ramirense
Con Ramiro I
entramos en una época de tranquilidad y paz, por lo que también nos vamos a encontrar
con el momento de mayor esplendor de este arte.
San Miguel de
Lillo,
en Oviedo (848). Formaba parte de un conjunto palacial. En el siglo XIII-XIV, se
derrumba y sólo se conserva la parte delantera y el pórtico (de ahí que sea tan
alta). La cabecera se realiza en el siglo XIV, pero uno de los mayores logros
de este conjunto arquitectónico será el uso de contrafuertes en el exterior que
serán posteriormente tan frecuentes en el románico y en el gótico. La tribuna
real se sitúa a los pies, con una escalera que permitía pasar al rey sin
mezclarse con el pueblo, y la Cámara Santa o secreta sobre la misma. El
interior está decorado con capiteles con bajorrelieves, impostas y frisos (lo que va encima de las columnas) decorados con sogueado (como si fueran cuerdas), estrellas y espirales. Las basas están también
decoradas con personajes que representan a los evangelistas con otros
personajes con alas y animales. Las jambas con decoración que representa a los
dípticos de marfil consulares de Roma. En la parte superior se representa un
personaje de importancia y en la inferior una escena de circo o acrobacia. La
pintura de Lillo es parecida a la de San Julián de los Prados y podría
representar una epifanía.
Detalle de una de las pinturas |
Detalle de las jambas donde se ven representadas escenas de carácter romano. A nuestra derecha, en la segunda imagen que se sitúa en el centro, podemos ver una escena circense que eran llamadas en época romana "Ludi circenses". Justo encima tenemos la imagen de un Cónsul- Emperador que podría ser el mismo Ramiro queriendo establecer un vínculo con sus antepasados y la Gloria del Imperio Romano
Santa María del
Naranco (848).
No era originalmente una iglesia, sino un aula regia, o un palacio para
la caza. La iglesia destinada el servicio religioso de este conjunto palatino
era San Miguel de Lillo. Tras el derrumbe de parte del edificio, Santa María
del Naranco se convierte en iglesia. Tenía dos escaleras laterales de las cuales
solo se conserva una. Hay dos plantas: la de abajo servía para el cuerpo de
guardia y a los lados de esta estancia aparecen dos habitaciones una de ellas
lo que podría ser un baño pues se han encontrado canalizaciones. (Esta
distribución de sala alargada con habitaciones a los lados es de influencia
visigoda). En el piso superior aparecen dos tribunas desde donde al parecer se
arengaban a las tropas. La decoración entre los arcos, en sus enjutas son unos
discos decorados con lo que se asemeja a telas orientales sobre pilastras.
Sobre el disco, hay dos registros: en el de arriba oferentes y en el de abajo
jinetes. En los capiteles troncocónicos decoración de soga y formas humanas; sólo
en el período de esplendor hay decoración humana.
Santa Cristina
de Lena (S. IX): parece que se construye sobre un edificio visigótico del que
se conservaba la cabecera. La planta es muy sencilla de forma basilical de una
sola nave con dos salas laterales y la tribuna regia está a los pies. A los dos
lados de la entrada hay dos salas que puede que sirvieran para peregrinos. Toda
la iglesia está abovedada de cañón con fajones y por eso hay tantos
contrafuertes. Hay cierta decoración que es la que nos lleva a pensar que
estamos ante una construcción visigótica.
Periodo
postramirense
Última etapa del
arte prerrománico asturiano con Alfonso III. En ella se levantan una de las más
atractivas edificaciones de este período y se continuarán las obras de la
pequeña iglesia que era la Catedral de Santiago.
San Salvador de
Valdediós (893): llamado “el conventín” fue refugio del Rey. La estructura es
muy similar, pero el pórtico lateral recuerda al arte mozárabe por la talla de
la celosía que encierra la ventana. Aparecen dos pórticos, un pórtico lateral
de influencia mozárabe y otro a los pies sobre el que se construye tribuna real.
La almena del campanario también nos recuerda al árabe mozárabe. Tiene también
celosías decorativas en el muro de influencia islámica. A ambos lados del
pórtico de entrada hay dos salas que podían servir para los peregrinos o como
salas de penitencia. Quedan restos de pintura en la bóveda, donde aparece
pintura geométrica, sobre la tribuna en el exterior donde se coloca una cruz y
en la cabecera donde vemos tres cruces.
Cruz de la
victoria (908): es la actual cruz de la bandera del Principado de Asturias, una
cruz latina que remata en flor de lis. Su alma son cuatro piezas de madera que
se unen en el centro donde hay un espacio para guardar reliquias y su
decoración es a base de oro y esmalte en el famoso cloissoné medieval. La leyenda dice que la cruz que hay dentro que
es la que llevó Don Pelayo.
Caja de las
Ágatas (910): fue donada por el Infante Fruela, el hijo de Alfonso III, a la
catedral, dato que conocemos por la inscripción que lleva la misma caja.
También tiene alma de madera y está rematada con láminas de oro decoradas con
motivos vegetales y en cada uno de los arcos que se abre se introducen ágatas.
Es rectangular salvo la tapa que tiene forma de pirámide truncada. El suelo
está realizado en plata que nos muestra a los tetramorfos alrededor de una
inscripción y en el centro una cruz. La parte de arriba, la pieza central, es
una pieza reutilizada, parece que de un cinturón franco o visigótico, con
incrustación de granates. Porque antes se reutilizaba todo, y además no era raro considerarse heredero del Imperio, y por tanto, de sus objetos.
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