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martes, 6 de octubre de 2015

Van Gogh

Repaso de la vida del 
"loco del pelo rojo"




      Hablar de Van Gogh es hablar propiamente de la locura. El artista parece que siempre tiene algo que le liga a ese punto deshumanizado, ¿pero hasta qué punto influye? ¿Debemos achacar todo a una enfermedad y no al talento de un gran pintor? Hablar de Van Gogh es también hablar de su hermano Theo, quien también tuvo un papel importantísimo en su vida y es gracias a él que a día de hoy podemos disfrutar de sus obras. ¿Pero es todo lo que nos muestran, todo lo que hay detrás?. Una vez más la Historia ha dejado a un lado el papel fundamental de una mujer: Johanna van Gogh-Bonger, mujer de Theo. A la muerte de su marido sería su hijo, Vincent Willem van Gogh, quien heredaría la los cuadros de su tío. Pero sería Johanna quien actuaría como administradora de la colección, quien se trasladaría a Holanda, quien dedicaría todos sus esfuerzos para conseguir atraer la atención del público, quien organizaría exposiciones, quien comenzó a vender las obras de la colección y gracias a quien el arte de Van Gogh obtuvo reconocimiento internacional en la segunda década del s. XX. También gracias a ella la colección se mantuvo unida en la medida de lo posible, dando lugar, mucho más tarde, al actual Museo Van Gogh y la fundación hoy en Amsterdam. A la muerte de Johanna sí sería su hijo quien llevaría todo el tema de la administración de la colección antes de que fuera donada al Estado holandés. Pero vayamos con el artista.



De la oscuridad a la luz


      Vincent van Gogh nació el 30 de marzo de 1853, hijo de mayor del predicador Theodorus van Gogh (1822- 1885) y Anna Cornelia Carbentus (1819- 1907). Fueron una familia numerosa, pues Vincent tuvo tres hermanas, Lies, Anna y Wil, y dos hermanos, Theo y Cor. Poco se sabe de su infancia, sólo que era un joven tranquilo sin ningún talento artístico notable. Con dieciséis años comenzó a trabajar en la sucursal que los marchantes de arte franceses Goupil & Co. tenían en La Haya, donde también trabajaría su hermano Theo y con quien empezaría su famosa correspondencia en agosto de 1872 y que duraría hasta su muerte. 


Retrato del joven Vincent van Gogh en 1873

      En 1873 fue trasladado a Londres y dos años más tarde a París donde perdió sus ambiciones de convertirse en marchante de arte. Se sumergió de lleno en la religión, se deshizo de sus libros modernos y profanos y terminó sumido en una gran devoción, lo que hizo que perdiera interés por su trabajo y lo despidieran en 1876, año en que regresó a Holanda. Decidió ir a la universidad y hacerse predicador, pero este no fue más que otro intento fallido y, aunque se le contrató en la Borinage como evangelizador, no se le renovó el contrato y su padre barajó incluso la idea de enviarlo a un psiquiátrico debido a su comportamiento. Tras un largo periodo de aislamiento y meditación, decidió probar con la pintura, pero sus padres ya no se sentían responsables y le cedieron su educación a su hermano Theo. Y pronto una excepcional sensibilidad por los colores más vivos y las composiciones más sencillas se hicieron únicas. Pasó una buena temporada dando vueltas por los Países Bajos, llegando a entrar en una academia, pero no duró mucho, ni siquiera con las clases de su primo político Anton Mauve (1838- 1888), quien lo rechazó porque Vincent había empezado una relación con una prostituta embarazada con un hijo extramatrimonial. En 1884 se trasladó a Nuenen donde, siguiendo los pasos del artista francés Jean- François Millet, pintó sus obra maestra de sus años holandeses:


Los comedores de patatas, Museo Van Gogh. Nuenen, 1885

      En todas sus obras se denota el uso de los colores oscuros, todo lo contrario de lo que hará después.

Naturaleza muerta con coles y zuecos, Museo Van Gogh. La Haya, 1881

Cabeza de una mujer, Museo Van Gogh. Nuenen, 1885
La torre de la antigua iglesia de Nuenen ('El cementerio de los campesinos), Museo Van Gogh. Nuenen, 1885


     A principios de 1886, Vincent decidió instalarse en casa de su hermano Theo en París donde vio por primera vez el trabajo de impresionistas y postimpresionistas, lo que le inspiró para dejar atrás los colores oscuros y centrarse en los colores vivos. Allí hizo amistad con grandes artistas como Paul Gauguin, Emil Bernard, Toulouse- Lautrec, Paul Signac y Georges Seurat, gracias a los cuales desarrolló su estilo tan personal.


Autorretrato.  Museo Van Gogh. París, 1886


Vistas desde el apartamento de Theo, Museo Van Gogh. París, 1886


Autorretrato,  Museo Van Gogh. París, 1887
Zapatos,  Museo Van Gogh. París, 1886

Autorretrato,  Museo Van Gogh. 1887

Cortesana (según Eisen),  Museo Van Gogh. París,1887

Autorretrato como pintor,  Museo Van Gogh. París, 1888


Del bullicio de París a la tranquilidad de Arlés

   
      A principios de 1888, el pintor se trasladó a Arlés, al sur de Francia, cuyos paisajes le inspirarían para desarrollar su arte. En primavera realizó una serie de pinturas de árboles frutales en flor y en verano una serie de campos amarillos de trigo. Aunque tenía dificultades para encontrar modelos, hizo una serie de retratos de la familia Roulin y de un guardia suizo. Pero Vincent decidió esperar a tener treinta obras de calidad antes de presentarse ante el público, y quiso que diversos artistas se asentaran en Arlés para poder vivir y trabajar juntos. Gauguin llegó en octubre de 1888, pero ese mismo año empezaron los primeros síntomas de su enfermedad: un tipo de epilepsia por la que padecía alucinaciones y ataques psicóticos. Durante uno de esos ataques se cortó el lóbulo de la oreja izquierda. Sí, he dicho bien, lóbulo, no oreja. Ríos de tinta y grupos musicales malos han corrido gracias a esta historia. La verdad verdadera es que una vez invitado Gauguin a la Casa amarilla, donde residía Van Gogh, decidieron invitar a otros artistas del momento para hacer, podríamos decir, un templo de la pintura contemporánea. Los demás artistas, viendo el percal, decidieron que era mejor no acudir. Tanto Van Gogh como Gauguin tuvieron una gran amistad, pero como ocurre con muchas parejas pronto empezaron a darse cuenta de que no se aguantaban. Quisieron compartir todos los bienes de la casa como unos hippies, incluido el dinero, lo que a Gauguin le venía de perlas. Pero suponemos que el gusto por visitar el lupanar de los dos conseguía apaciguar los ánimos de vez en cuanto.  Se dice que también Van Gogh empezó a tener envidia a Gauguin por su éxito y su frustración creciente, unido con un carácter explosivo por parte de los dos, le llevó a que su enfermedad se mostrase más dura en este momento. Por su parte Gauguin tenía que aguantar a un artista que criticaba todo lo que hacía, cogía dinero para irse con su amor de prostíbulo, Rachel, le chillaba, tenía cambios de humor... empezaba a estar harto de él tal y como muestra una carta que le escribió al propio Theo. En cualquier caso, llegó un día en que discutieron por Rachel, no se sabe si por dinero o porque los dos la pretendían, pero Van Gogh persiguió a Gauguin por toda la casa con una navaja de afeitar dispuesto a clavársela. Gauguin consiguió huir de la casa y se encerró en un hotel de la ciudad. A la mañana siguiente se encontró la Casa amarilla rodeada de gendarmes y vecinos: Van Gogh se había cortado el lóbulo de la oreja izquierda y envuelto en un paño fino para regalárselo a Rachel. “Debió de pasar bastante tiempo hasta que consiguió detener la hemorragia, ya que al día siguiente numerosas toallas mojadas cubrían el suelo de las dos habitaciones de la planta baja. La sangre había manchado las dos habitaciones y la escalera que conducía a nuestro dormitorio.”
     Esta es la historia oficial, la que oficialmente se dio a la policía. Pero hay dos historiadores, Hans Kaufmann y Rita Wildegans, que creen que Gauguin, experto esgrima, fue el que causó el daño en la oreja con una daga. Y cuando la policía le interrogó dio esta versión que Van Gogh, por vergüenza, porque la enfermedad no le dejó ver las cosas de manera clara, por la pérdida de sangre o algún motivo personal, no negó. Supuestamente esto estaría abalado por estudios anatómicos que se hicieron del cadáver de Van Gogh y que dictaminaría que la herida fue por una disputa y no como una mutilación. La disputa habría sucedido junto al burdel, y habría sido allí donde la policía habría encontrado en trozo de oreja, no en manos de Rachel, y habría llegado a la casa del pintor donde se encontraba desmayado gracias al rastro de sangre que había dejado.



Barcas de pesca cerca de Les Saintes-Maries-de-la-Mer, Museo Van Gogh. Arlés,1888

El dormitorio, Museo Van Gogh. Arlés, 1888
Campesino sembrando, Museo Van Gogh, Arlés, 1888
Los girasoles, Museo Van Gogh. Arlés, 1889



      En abril de 1889, al día siguiente de la disputa,  Vincent se marchó al pueblo cercano de Saint- Rémy donde se internó, por voluntad propia, en el sanatorio mental de Saint-Paul-de-Mausole. Cuando se veía en buen estado, pintaba y dibujaba en el jardín o en las cercanías del sanatorio. Por aquel entonces, algunas de sus obras se expusieron en la Societé des artistes indépendants de París donde parecer ser que sus obras gustaron al público, en cualquier caso, reducido. 



Piedad (según Delacroix) , Museo Van Gogh. Saint- Rémy 1889


Jardín del Hospital de Saint-Paul, Museo Van Gogh. Saint- Rémy, 1889


Almendro en flor,  Museo Van Gogh. Saint- Rémy, 1890

Lirios,  Museo Van Gogh. Saint- Rémy, 1890


      Es en este momento en el que pinta su famosa Noche estrellada. O deberíamos decir noches estrelladas, porque no fue la única que lleva ese nombre y ya en Arlés había empezado a tratar este tema. Aunque la manera de reflejar todo lo que llevaba dentro ha hecho que el cuadro se convierta en uno de los más conocidos de la Historia del Arte y de las reproducciones que cuelgan en nuestras paredes. He de confesar que yo misma tengo una que me llevé de mi visita al MoMA. Lo pintó de memoria, aprovechando la luz del sol que proporciona la mañana, con cierta parte del cuadro inventada, la del pueblo. Pero quizá lo que intenta plasmar no es la noche, sino sus anhelos, las 11 estrellas de la Biblia. "Esta mañana he podido ver todo el país desde mi ventana largo tiempo antes de la salida del sol, únicamente con la estrella de la mañana, la cual parecía enorme" escribió Vincent a su hermano Theo.




La noche estrellada, MoMa (NY). Saint- Rémy, 1889


Noche estrellada sobre el Ródano, Museé d'Orsay (París). Arlés. 1888

Café terraza de noche, Museo Kröller- Müller (Países Bajos). Arlés, 1888



      A finales de abril de 1890 abandonó el sanatorio y se trasladó a Auvers-sur-Oise, al norte de París, aunque antes se pasó por la capital francesa para conocer a su sobrino Vincent Willem. Aunque su trabajo gozaba de una atención discreta, el artista había perdido su pasión, lo que no hizo que dejara de trabajar en decenas de cuadros y dibujos. 



Paisaje al atardecer, Museo Van Gogh. Auvers-sur-Oise, 1890

Espiga, Museo Van Gogh. Auvers-sur-Oise, 1890

      Pero la vida le superó, y el 27 de julio de 1890, Vincent van Gogh se disparó en el pecho, hiriéndose de muerte, lo que hizo que agonizara durante dos días más. Theo falleció sólo medio año más tarde. 


Van Gogh pintando girasoles por Paul Gauguin. Museo Van Gogh Arlés, 1888.


      Algunos ya habréis adivinado el porqué del título de la entrada de hoy, pero para lo que no lo sepáis, hay una película llamada El loco del pelo rojo (Lust for life en inglés, otra de esas traducciones literales de nuestro cine) protagonizada por Kirk Douglas como Van Gogh y Anthony Quinn como Gauguin, que si os gusta la vida del artista es muy pero que muy recomendable.

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